Una historia de amor

Hola.

(Levantó la vista... tenia un gesto de rabia y le caian las lagrimas humedeciendo sus mejillas) Adiós.

Sabes no era mi intención molestarle.

A mi me importa una puta mierda cuales son tus intenciones.

No estas bien. ¿Que te pasa chico?

No me pasa nada... y tampoco tengo ganas de escucharte. (Le escupe). Sabes odio a la gente estirada como tu... odio a la gente que se piensa que puede arreglar el mundo diciendo hola seguido de una charleta... te odio a ti... me das asco... pudrete....

No era mi intención molestarle... pero si estas enfadado con el mundo lo primero que debias hacer es hablar con la gente que quiere echarte una mano y no quedarte todo eso dentro porque algún día te machacará. (Y se fué).

El joven se acabó la botella de güiski cojió un boli y un papel... y sentado sobre la acera escribió todo lo que la queria decir, la dejo la carta en el buzón y desapareció como desaparecen las ratas entre la alcantarillas.